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jueves, 9 de febrero de 2017

Lo que queda de mí.

Ya no existe el nos
Ningún nos
Que le den por el culo al nos
Todo me da vueltas
Y me preguntas cómo estoy y quiero llorar porque no estoy
Y me entran más ganas de llorar porque no soy capaz de llorar
Noto cómo me resquebrajo por dentro
Escucho la lluvia contra la ventanilla y me siento identificada
Me siento identificada y me resquebrajo por dentro
Pienso en México
Pienso en Angélica
Pienso en Paulina
Pienso en Sonia
Pienso en María
Pienso en Esmeralda
Pienso en todos los lugares para los que no estoy hecha
Pienso en toda la gente a la que debería querer
Y los odio
Los odio a todos
Y lloro por fin en azul oscuro

miércoles, 18 de mayo de 2016

viernes, 18 de marzo de 2016

Amor,

te prometo que lo he intentado 
con todas mis fuerzas,
pero no consigo querernos
a ninguno de los dos.

domingo, 14 de febrero de 2016

Al amor de mi vida.


Eres un desastre.
Me gusta cómo siempre tienes la mirada perdida cuando te hablan, como preocupada por perder detalle de un mundo del que no formas parte.
No entiendes por qué hablan del olor de la lluvia y te olvidas de lo que estabas pensando hace medio minuto.
Tardas el doble en pintarte los labios mientras escuchas tus canciones favoritas porque no puedes evitar cantar. 
A los ocho años escribiste en tu diario que no tenías deberes.
No has visto Titanic, siempre tienes el cuerpo lleno de moratones sin saber por qué y te mueres de cosquillas.
Me gusta cómo dices que estás cansada cuando no tienes tema de conversación.
Te pone nerviosa tener la televisión encendida cuando no estás atendiendo, odias ir a casas ajenas y te cuesta demasiado concentrarte.
Estás enamorada de tus lunares y te pones a bailar en tacones en cuanto te quedas sola.
Me gusta cómo intentas parecer una persona segura de sí misma cuando conoces a alguien. Me gustan tus pestañas cuando lloras. Me gusta cómo te imaginas a las personas con planetas dentro.
Te agobias mucho cuando estás aburrida. Siempre te falta espacio en el móvil. Te tapas la barriga cuando estás sentada. 
A los diez años escribiste en tu diario que habías conseguido ver fuegos artificiales por primera vez.
La mayor parte del tiempo no estás segura de lo que sientes. Te emocionas cantando la canción de Digimon con tu madre. Te gusta tirarte de los muslos para ver cómo serían si estuvieses más delgada. Prefieres a los animales antes que a las personas.
Eres una amante del amor pero odias vivirlo desde dentro. Ninguno de tus planes de futuro incluye a otra persona. No te cuesta elegir a papá o a mamá.
Me gusta cuando hace viento y se te mete el pelo delante de la cara. Me gusta cuando pones la voz grave. Me gusta cómo te da vergüenza hacer las cosas que se te dan bien en público.
Te encantan los bailes que te hacen sentirte sexy. Cuando tienes tiempo libre buscas fotos y escuchas música clásica mientras te metes dentro de ellas. Te resulta más sencillo mirar a la gente que a las personas.
Quieres fotografiar a decenas de personas y te mueres de vergüenza sólo de pensar en pedírselo. 
A los diez años escribiste en tu diario que el chico que te gustaba te hacía querer ser un hombre y eso te hacía sentirte bien.
Eres una meona. Los fuegos artificiales te recuerdan a tu abuelo. Tienes el corazón roto.
Siempre llegas con la cara roja a todas partes, pero también te pones roja cuando ves algo que te gusta y cuando sales de la ducha, con un toque diferente que podrías mirar durante horas.
A veces te imaginas cómo sería ver con los ojos de las personas que te rodean, o si desde fuera también parece que te vas a morir de pena.
Me gusta cómo no le cuentas nada importante a nadie, cómo abrazas a tus perros, cómo abres los ojos por la mañana.
Sueñas con aprender a levantar una ceja, sientes algo dentro cada vez que alguien dice tu nombre y llevas años intentando que te guste el café.
Pasas de una obra de Debussy a una canción de BTS y otra de Hozier casi sin darte cuenta. Te sientes libre cuando gritas. Odias la luz artificial.
A los trece años escribiste en tu diario que no podías estudiar porque no eras capaz de pensar en otra cosa que no fuese lo mucho que te odiabas a ti misma y a todo lo que tenía que ver contigo.
Me gusta cómo te queda el bigote.
Nunca desayunas. Tienes un arcón lleno de peluches y no soportas la idea de deshacerte de ninguno. Te pone de los nervios la gente que piensa que Van Gogh se cortó la oreja entera. Te fascina que los seres humanos tengan una parte del cuerpo azul, y que ésta sea roja por dentro.
La noche pasada te echaste a llorar pensando en que una vida dentro de una jaula no era una vida en absoluto. No sabes gestionar el sentimiento de culpabilidad. Te sienta bien el verde.
Me gustas cuando te sientes viva. Cuando apuntas frases que te gustan. Cuando te enfadas y te arañas el cuerpo. Cuando crees que estás vacía.
Nunca lees libros obligatorios. Siempre escuchas las mismas canciones. Te encanta que te expliquen cosas que no sabes. Tu gran ilusión es que te lean un cuento. 
A los trece años escribiste en tu diario que estabas sola.
Me gustas porque no tienes sentido. Porque no aceptas un “no puedes”. Porque no sabes ordenarte por dentro. Porque ves la felicidad blanca y el miedo amarillo.
No ves vida más allá de mañana. Te compadeces de la gente que no cree en la magia. Eres incapaz de dormir con el armario abierto. Odias compartir sofá.
No soportas a la gente que habla de forma violenta cuando se enfada. Te pones camisetas grandes porque no te gusta tu cuerpo. 
A los catorce años dejaste tu diario en blanco.
Me gusta cómo se te ilumina la mirada cuando hablas de algo que te gusta. Cómo intentas estar ocupada todo el tiempo para tener la mente en blanco.
Te preguntas si todo el mundo llora por las noches. Nunca te duelen las mejillas por carcajadas sinceras. Tu planeta favorito es Plutón.
Me gustas porque llueves.
Y me inspiras.
Y te cielo.

Hace tiempo que has olvidado lo mucho que vales.


Eres todas las canciones. Eres real.
Eres tuya.



miércoles, 22 de abril de 2015

A la mujer que me quitó la vida.

Mi mayor prueba de amor hacia ti
es seguir con vida,
así que, si dejo de respirar algún día,
será porque tú también lo has hecho
o para empatizar con este amor entonces muerto.